

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) cerró este domingo en Mar del Plata tres jornadas de deliberaciones con un fuerte mensaje dirigido a las autoridades nacionales y a toda la dirigencia política, reclamando unidad, diálogo y una economía con rostro humano.
En un comunicado conjunto, los obispos señalaron que la política “se encuentra afectada por profundas polarizaciones que separan” y criticaron la priorización de intereses sectoriales por encima del bien común, lo que —advirtieron— “ha generado una sociedad herida y dividida”.
“La política no debe someterse a la economía, ni a la tecnocracia. El mercado, por sí solo, no garantiza el desarrollo humano integral ni la inclusión social. Es imperioso que política y economía dialoguen al servicio de la vida”, expresaron.
La CEA dedicó parte de su mensaje a la crisis laboral en el país, subrayando que “el trabajo digno es el principal organizador de la vida social” y que su ausencia “hiere profundamente la dignidad de las personas” pudiendo conducir “al desaliento, al aislamiento y a la pérdida de sentido”.
En este sentido, advirtieron que:
“El trabajo sin derechos no es bendición, es explotación”.
En el cierre, la Pastoral Social recordó el legado del Papa Francisco a tres meses de su partida, destacando su llamado contra la “cultura del descarte” y la “globalización de la indiferencia”, que —afirmaron— “ignoran a los más vulnerables”.