

El pasado viernes al mediodia, en el predio de calles 107 y 90, el municipio local presentó la primera etapa de la Planta de Clasificación y Separación de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), un avance trascendental en materia ambiental que busca transformar la gestión de la basura en el distrito.
La flamante planta, equipada con cintas transportadoras y moderna maquinaria, tendrá una capacidad inicial de procesamiento de 10 toneladas de residuos por hora. Esta infraestructura se articula con el trabajo de la Asociación Todo para Ellos y la empresa de recolección Relisa, y representa el punto de partida hacia un proyecto más ambicioso: el cierre definitivo del actual basural a cielo abierto.
Durante la presentación, el intendente Arturo Rojas aseguró:
“Hoy estamos dando un paso histórico que tiene que ver con una planificación y un compromiso en materia ambiental. Es un punto de partida, no uno de llegada. Ni con una obra civil ni con tecnología solucionamos un tema ambiental si no lo hacemos con un trabajo articulado con nuestra ciudadanía”.
El jefe comunal anticipó que las próximas etapas incluirán la adquisición de más maquinaria, la construcción de un nuevo galpón, la incorporación de un aula ambiental para visitas educativas y el fortalecimiento de campañas de concientización.
En paralelo, recordó que ya se encuentran construidas las cavas impermeabilizadas para la disposición final de los residuos que no puedan ser reciclados o reinsertados en la economía circular.
El acto contó también con las palabras de Isabel Génova, directora de Gestión Ambiental, y de Mónica Pissarro, presidenta de Todo para Ellos, quienes destacaron la importancia del proyecto para la sustentabilidad del distrito y la generación de una verdadera ciudadanía ambiental.