

La Confederación General del Trabajo (CGT) decidió no sumarse a la marcha convocada para este miércoles en Plaza de Mayo en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner, tras la confirmación de su arresto domiciliario por la causa Vialidad.
La central obrera argumentó que “no estaban dadas las condiciones” para asistir a la reunión previa en la sede del Partido Justicialista, lo que reflejó la distancia política histórica entre la CGT y el sector kirchnerista. En su lugar, se concretó un encuentro más reducido en la sede de Sanidad, donde se comunicó formalmente la decisión de no movilizarse como central.
Según trascendió, Hugo Moyano encabezó los cuestionamientos, acusando al kirchnerismo de haber sido históricamente “egoísta” con el peronismo y el movimiento sindical. “La CGT no es la Gendarmería de Cristina”, habrían dicho otros dirigentes.
Si bien no acompañará institucionalmente, la CGT dio libertad de acción a los sindicatos que deseen participar. Entre los que sí movilizarán se encuentran los gremios más cercanos al kirchnerismo.
En paralelo, la CGT difundió un comunicado expresando solidaridad con Cristina Kirchner, pero sin anunciar participación directa en la protesta. La decisión generó fricciones internas y dejó mal parados a algunos dirigentes con aspiraciones electorales dentro del PJ.